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El seleccionador español de Portugal

La santa trinidad cultural de la historia reciente de Portugal se resumió en las 3 F: Fátima, Fútbol y Fado. La verdadera pasión religiosa que hace cantar a los portugueses es quizás la del medio: nada es más central en la vida colectiva de Portugal que dar puntapiés a un balón. Desde 1994, la selección no ha faltado a ninguna competición internacional, y ha conseguido grandes hazañas como la victoria en la Eurocopa 2016 contra Francia. Además, acogió una Eurocopa en 2004, en la que perdió en la final contra Grecia, así como finales de competiciones europeas de clubes, como la que enfrentó al Real Madrid contra el Atlético, y también sabemos que acogerá algunos partidos en el Mundial de 2030, junto con España y algunos países más.


Portugal es, por tanto, Fútbol. Y nunca, a lo largo de sus 101 años de historia como selección, había tenido un entrenador que no fuera hablante nativo de portugués, hasta la llegada de Roberto Martínez a principios de este año. ¿Y qué piensa del idioma? Sobre este tema habló recientemente en una entrevista con la Cadena Ser, en la que confesó que la pronunciación del portugués “es muy difícil”, pero destacó la importancia de aprenderlo, algo que también le da la oportunidad de “comprender la cultura y la historia”. del país. “Un español llega a Portugal y piensa que las lenguas son muy parecidas, pero no es así. La verdad es que un portugués entiende el español, pero los españoles no entienden el portugués”. Si hubiera sido antes, ¡lo habríamos incluido en nuestra publicación anterior!


Las claves

Martínez hace una muy breve pero importante referencia de por qué pudo, en tan poco tiempo, expresarse de manera muy correcta en el idioma de Camões: el profesor Miguel. Al recibir clases individuales, el actual técnico portugués no sólo tiene los conocimientos suficientes sino también la soltura y confianza necesarias para hablar en público en un idioma que no dominaba hace menos de un año, algo que a la mayoría de la gente le resultaría imposible. No es lo mismo hablar en ambientes privados que hablarle a un país entero a través de canales de comunicación, muchas veces en vivo y sin el apoyo de traductores simultáneos.


Evidentemente, ningún profesor, ni siquiera Miguel, que seguro que es un gran profesional, conseguiría los mismos resultados si la lengua de origen y la de destino no fueran tan parecidas. Martínez dice que el portugués es muy difícil y que los idiomas no son tan parecidos, pero la realidad es que aquí está, después de 10 meses en el cargo, hablando portugués con fluidez. La dificultad a la que se refiere ya la hemos señalado en otros artículos, pero la proximidad entre portugués y español es la que permite una bonita historia de interacción entre un seleccionador nacional de un país que vive para el fútbol y su afición.


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